Las chuletas son una forma popular de consumir carne, pero requieren un control estricto de la temperatura.
Seguridad alimentaria: las chuletas de carne picada deben estar completamente fritas/horneadas o cocidas hasta alcanzar una temperatura interna mínima de 74-165 grados. La carne picada, a diferencia de la carne entera, tiene un mayor riesgo de contaminación microbiana.
Conservación de la proteína: Para evitar que las chuletas se sequen, lo que hace que la proteína sea menos apetecible, se deben añadir ingredientes humectantes (cebolla, pan remojado o nata) a la carne picada.
Evitar el exceso de cocción: Evite la formación de una corteza oscura y negra para minimizar la formación de compuestos potencialmente nocivos (aminas heterocíclicas) cuando se calienta excesivamente la proteína.
