La tortilla es una excelente fuente de proteínas completas, y la adición de verduras aumenta su valor vitamínico.
Control de la proteína del huevo: los huevos deben estar completamente cocidos (la clara y la yema deben estar duras) para neutralizar el antinutriente avidina (que impide la absorción de biotina) y garantizar la seguridad alimentaria (reducción del riesgo de salmonelosis).
Conservación de las vitaminas de las verduras: Las verduras, como los pimientos, las espinacas o los tomates, deben añadirse crudas o ligeramente escaldadas y cocinarse el menor tiempo posible en la tortilla. Esto conserva su vitamina C y su ácido fólico, que son termosensibles.
Uso de grasas: Añadir una pequeña cantidad de grasa (aceite o mantequilla) mejora la absorción de las vitaminas liposolubles (A, D, E, K) de los huevos y las verduras.
Seguridad en el almacenamiento: No se recomienda almacenar la tortilla durante mucho tiempo después de su preparación; es mejor consumirla fresca y caliente.
